domingo, 30 de octubre de 2011

¿Metafísica en el cristianismo?

Uno de los aspectos novedosos en los últimos años en las Iglesias evangélicas es la confesión positiva. Ha sido uno de los puntos cardinales de la llamada tercera ola del carismatismo que se ha propagado desde los años  80. Conocemos cristianos fervientes que creen en esta falsa doctrina, y que la repiten sin fundamentarse en las Escrituras. Proclaman que las palabras tienen poder, y que pueden crear mundos y atmósferas. Es parte de las nuevas revelaciones de los modernos profetas y apóstoles de hoy, bajo la excusa de un “nuevo mover de Dios” y que lo que hablan es rhema. No cuestionan a sus líderes con la Palabra de Dios, solo creen sin escudriñar los textos bíblicos y su correcta interpretación. La confesión positiva es una de las creencias fundamentales de la metafísica. Hace un tiempo escuché a una creyente de la metafísica en la radio donde decía los mismos argumentos que muchos cristianos repiten , sin saber que es parte de un sistema aberrante al cristianismo que se ha unido al movimiento de Pensamiento Positivo, que desarrolló Phineas Quimby. Es por eso  que vemos tantos talleres y grupos de motivación, positivismo, autoayuda,sanidad interior ,etc. Frases tales como “el campeón que hay en tí’ y “el poder está en tí” son usadas en los púlpitos donde se exalta al hombre, pero se le quita la gloria a Dios. Definitivamente, una parte del evangelicalismo del siglo XXI se encamina desastrosamente a las garras de la metafísica.

Vemos como la metafísica ha propagado mucha literatura para difundir sus creencias. Paulo Coelho en su libro El alquimista enfatiza la famosa frase que “el universo conspira a favor nuestro” , donde solo vale el potencial humano, el hombre como el centro de todo, dueño y señor de su destino sin tomar en cuenta a Dios. El best-seller The secret lleva a promocionar a gran escala la llamada “ley de atracción”  donde se dice que tus pensamientos y tus palabras tienen el poder para materializarse en la realidad. De allí surgen varios pensamientos tales comosomos creadores de nuestro universo” , “los pensamientos se vuelven cosas” , “cuanto más hables de lo que no quieres y de lo malo que es, estás creando más de eso” . El hombre puede vivir sin Dios, sin Jesús, porque el hombre tiene el poder en sí mismo, ese es el mensaje. Enseñan que podemos decretar como quien tiene la autoridad, y que es  la forma mas efectiva de “oración”. Es muy parecido a lo que se predica en ciertos grupos neocarismáticos.

Veamos varios aspectos:

Las palabras solo tienen la capacidad de herir, de dar ánimo a otros, de hacer reír ó llorar, de influenciar en ciertas conductas, pero no pueden “crear”, solo la Palabra de Dios puede crear como lo hizo con el universo (Hebreos 11:3).

El modelo de la oración bíblica lo encontramos en el Padre Nuestro (Mateo 6:9-13). Oramos al Padre, se exalta y se alaba su nombre, nos humillamos ante su presencia confesando nuestros pecados, oramos según su voluntad no la nuestra,y terminamos dando toda la gloria a El. Nada más lejos que oraciones altaneras y manipuladoras donde Dios parece “un niño de mandados” del hombre.

Solo Dios decreta porque El es soberano (Hechos 4:24) y tiene toda la autoridad. El aspecto de la soberanía de Dios  se ha abandonado en muchos lugares. Nuestra autoridad es delegada por Dios por medio de su Palabra y en base a su obediencia, no a caprichos (Tito 2:15).

La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). No es una “mantra” de palabras positivas y repetitivas ausentes de la voluntad de Dios.

La confesión positiva (si fuera eficaz) puede dar resultados a creyentes como a no creyentes. Por lo tanto no hay necesidad de Dios, ni de la obra redentora de Cristo. Si un inconverso “confiesa” sanidad, se sana. El hombre es su propio dios, y se puede salvar a sí mismo.Pero la Biblia dice que somos salvos por gracia, no por obras (Efesios 2:8-9).

La confesión positiva es ajena  a las Escrituras, es basada en el ocultismo y se llega a blasfemar y minimizar los atributos de Dios. Tal es el caso de la doctrina del “Dios ilegal”, donde por tus palabras le das permiso ó rechazas la acción de Dios en cierto acontecimiento, “declarándolo ilegal” y no le dejas actuar. Escuché a un famoso pastor radicado en Orlando, Florida decir “que nuestras palabras pueden sabotear el plan de Dios”.  Es un insulto a las Escrituras ,  es otra definición de Dios.Es un brazo del falso evangelio de la prosperidad, promocionado por Essek Kenyon, Kenneth Copeland, Benny Hinn, y más recientemente, Cash Luna y otros. La confesión bíblica es la de nuestros pecados por medio del arrepentimiento que obra el Señor a toda vida que transforma y redime por su sangre vertida en la cruz (I Juan 1:9) . Volvamos a las Escrituras, y rechazamos todo misticismo y toda herejía contraria a su Palabra.

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