domingo, 28 de agosto de 2011

¿Qué nos enseña la Biblia sobre la elección?

La elección es el acto donde Dios por el cual en la eternidad pasada El escogió aquellos que serían salvos. La elección es incondicional, porque no depende en cualquier cosa que este fuera de Dios, como obras buenas o fe prevista (Romanos 9:16). La Biblia enseña sobre esta doctrina repetidamente, y también exigida por nuestro conocimiento de Dios. Para empezar, veamos la evidencia Bíblica. La Biblia dice que antes de la salvación, todas las personas están muertas en pecado—muertos espiritualmente (Efesios 2:1-3). En este estado de muerte, el pecador esta totalmente incapacitado para responder a cualquier estimulo espiritual y consecuentemente esta incapacitado para amar a Dios, obedecerlo, o agradarlo en cualquier manera. La Escritura dice que la mente de cada creyente “es enemiga de Dios porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo; y los que están en la carne no pueden agradar a Dios” (Romanos 8:7-8 énfasis agregado). Esto describe un estado de desesperanza total: la muerte espiritual.
El efecto que tiene todo esto es que ningún pecador puede hacer la primera movida en el proceso de la salvación. Esto es lo que quiso decir Jesús en Juan 6:44, cuando dijo, “Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió.”
Esta es la razón que la Biblia también le pone énfasis repetidamente que la salvación es una obra totalmente de Dios. En Hechos 13:48 leemos, Oyendo esto los gentiles, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban ordenado a vida eterna.”
Hechos 16 nos dice que Lidia fue salva cuando, “el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía.”
Romanos 8:29-30 dice, “Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó.”
En Efesios 1:4-5, 11 leemos, según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de El. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad…también hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de Su voluntad.”  
Efesios 2:8 nos sugiere que hasta nuestra fe es un don de Dios.
En Segunda de Tesalonicenses 2:13, el apóstol Pablo les dice a sus lectores, “Dios nos ha escogido desde el principio para salvación.”
Segunda de Timoteo 1:9 nos informa que Dios “nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad.”
Ocasionalmente alguien hará la sugerencia que la elección de Dios esta basada en Su conocimiento previo de ciertos eventos. Este argumento esta diciendo que Dios simplemente mira hacia el futuro para ver quien irá a creer, y luego escoge al que El ve que lo va a escoger. Note que 1 Pedro 1:2 dice que los elegidos se escogen, “según el previo conocimiento de Idos Padre, “y Romanos 8:29 dice, “a los que de antemano conoció, también los predestinó.” Y si el divino conocimiento previo simplemente significa el conocimiento previo de Dios de lo que va a ocurrir por adelantado, entonces estos argumentos quizás aparezcan tener poquito peso tras de ellos.
Pero ese no es el significado Bíblico del “conocimiento previo.” Cuando la Biblia habla del conocimiento previo de Dios, se refiere a una relación de amor que Dios establece con una persona.  La palabra “conocer” en el Antiguo y el Nuevo Testamento, se refiere a mucho más que un conocimiento cognitivo de una persona. Pasajes como el de Oseas 13:4-5; Amos 3:2 (Versión Reina Valera); y Romanos 11:2 claramente indican esto. Por ejemplo, Primera de Pedro dice que Cristo “estaba preparado desde antes de la fundación del mundo.” ¡Seguramente esto significa más de que Dios el Padre miro hacia el futuro para ver a Cristo!  Significa que El tenía una relación de amor eterna con El. Lo mismo es cierto de los que han sido elegidos, de los quienes nos dicen que Dios “de antemano conoció” (Romanos 8:29). Eso quiere decir que El los conocía—los amo—antes de la fundación de mundo.
Si la elección de Dios es incondicional, ¿Esto hace a un lado la responsabilidad humana? Pablo pregunta y contesta esta misma pregunta en Romanos 9:19-20. Dice que la elección de Dios es un acto de misericordia. Si fuera nuestra decisión, hasta los que fueran los elegidos continuarían en su pecado y se perderían, porque fueron sacados de la misma bola de arcillan caída como el resto de la humanidad. Solo Dios es responsable por la salvación de ellos, pero esto no erradica la responsabilidad de aquellos que sigan en su pecado y se pierden—porque lo hacen por su propia voluntad, y no por obligación. Ellos son responsables por su pecado, no Dios.
La Biblia afirma la responsabilidad humana junto con la doctrina de Su divina soberanía. Además, La oferta de misericordia que encontramos en el evangelio es extendida a todos. Isaías 55:1 y Apocalipsis 22:17 les llaman a “todos que vengan” a ser salvos. Isaías 45:22 y Hechos 17:30 le ordenan a todo hombre que acuda a Dios, se arrepienta, y sea salvo. Primera de Timoteo 2:4 y Segunda de Pedro nos dicen que Dios no quiere que nadie perezca, sino que desea que todos sean salvos. Finalmente, el Señor Jesucristo dijo que, “Todo lo que el Padre me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera” (Juan 6:37).
En resumen, podemos decir que Dios ha tenido una relación de amor especial para con los elegidos desde la eternidad pasada, y basado en esa relación de amor los ha escogido para salvación. La pregunta más importante del por qué es que Dios escogió algunos para salvación y dejo a otros en su estado pecaminoso, es una que nosotros con nuestra sabiduría finita, no podemos contestar. Sabemos que los atributos de Dios siempre están en perfecta armonía con el uno al otro, para que la soberanía de Dios siempre opere en perfecta armonía con su bondad, amor, sabiduría, y justicia.



 
TOMADO DE; http://www.gracia.org/

No hay comentarios:

Publicar un comentario